Desde muy pequeña, esta italiana afincada en Málaga siempre concedió mucho espacio a su lado espiritual, lo intangible siempre la atrapó mucho más que lo material y terrenal. No obstante, con el correr de los años, el día a día la fue alejando de esta faceta introspectiva de su infancia. Sus primeros acercamientos al yoga, de hecho, respondieron a un intento por recuperar el equilibrio entre lo espiritual y lo físico. Sin embargo, debido a problemas cervicales y de mareos, sus primeras clases de yoga no le resultaron muy satisfactorias; Cristiana se mostraba impaciente, quería resultados rápidos, olvidándose de escuchar su cuerpo, de entenderlo. Tiempo más tarde, siendo ya más madura, le dio una segunda oportunidad y esta vez la magia del yoga empezó a surtir los efectos deseados: una mejoría notable de sus problemas cervicales y una reconexión con su equilibrio interior.
Hasta tal punto prendió en ella el fuego del yoga que decidió formarse como profesora en Tao Center – Escuela de Terapias Naturales (acreditada por Yoga Alliance), donde sus maestros Gleb Loginov y Sabine Schalk supieron hacerle ver en su interior lo que desde pequeña siempre intuyó. Con el amor y la paciencia de Sabine, Cristiana re-aprendió a respirar de una forma que marcó un antes y un después en su vida, motivo por el que otorga tanta importancia a los pranayamas (ejercicios de respiración) en sus clases. Meses después, en Cataluña, se especializó en Yoga Terapéutico de la mano de Or Alleluiya y Alex Monasterio, fundadores y directores de la Asociación española de Yoga Terapéutico, editores de la revista YOGA THERAPY JOURNAL y escritores frecuentes de la revista VIDA SANA), dos grandes personas y profesionales que le descubrieron otros aspectos del yoga.
Ha completado también su formación con el curso 500RT de Yoga Alliance en Yoga Shala Marbella, aprendiendo desde otro enfoque con Javier Castro y sus colaboradoras.
Unos años más tardes empezó su interés en el yoga en estado de embarazo, y se formó como profesora de yoga prenatal de la mano de Montse Cob, creadora de la escuela OMMA PRENATAL de Madrid.
Para ser un gran profesor —asegura Cristiana— nunca hay que dejar de ser alumno.
A día de hoy, Cristiana Rinaldi no quiere dejar de enseñar y de aprender yoga, es un camino que le hace feliz. Su misión ahora es compartir estos conocimientos con todas las personas que deseen tener el equilibrio, la claridad mental y el bienestar físico que tanto necesitamos en una sociedad tan desordenada y estresante como la actual. Tener la posibilidad de ayudar a otras personas a descubrir esta fantástica herramienta para el desarrollo personal y el autoconocimiento es un gran regalo. Para Cristiana, la práctica de yoga es un tiempo y un espacio de investigación sin juicio, donde cuerpo, mente y alma se unen para fluir juntos, conectando con la auténtica esencia, con el «yo auténtico», para confiar en él y sentirse completamente libre, sentir que todo tiene sentido, que todo está en orden.
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